lunes, 8 de julio de 2013



30

Es la historia del león más famoso que pudiera existir, antes, bastantes antes de toda su gloria en la Metro, dicen que corría y corría por todo África, continente en el que nació, hasta que impactados por su prestancia y gallardía real, le ofrecieron ser el más famoso de los famosos en Hollywood y de allí encaminado al mundo entero. Dejo su tierra, su familia y todas sus correrías.

Jamás de los jamases o nunca, verdaderamente nunca antes, un leoncito, ya que es solamente un minino, fue famoso. Se recuerda que en el coliseo romano los leones se comían a los primeros cristianos, pero ninguno destacó sobre los demás y pasaron unos quince siglos, cuando se descubrió al gran león real al que se le ató su enorme vida a la vida del destronado emperador Rodolfo de Habsburgo, quien había perdido las fuerzas para vivir y de esta forma se le otorgó toda una nueva fuerza que ya estaba extinguida y su corte mágica volvió a ser feliz en Praga, con su emperador lleno de ánimos y en eso lo impensable y lo increíble pasó a ser realidad, de pronto el gran león real se murió súbitamente, sin previo aviso y en su desesperación, la corte no logró atar la vida del emperador a otro ser y así Rodolfo se les murió con una enorme velocidad. Y encontramos al famoso en el set de filmación, en cualquier momento abrirá la boca y medio mundo una y otra vez lo vera por siempre.


29

La felicidad te avisa que simplemente estás viviendo lo mejor de lo que se te puede presentar en esta vida y que no puedes escapar de ese instante que te invade y se adueña de todo lo que eres y de lo que estás compuesto, son los momentos que los vives con la mayor intensidad que se puede alcanzar y hasta tener, impidiéndote de lo que nada se puede escapar de lo que eres, ni sabes ni puedes percatarte de lo que dura o hasta que nuevo instante podrá prolongarse o si volverá a repetirse o si volverá a generar los mismos sentimientos o si será la misma alegría que únicamente nutren tu espíritu, pero lo que si puedes hacer es cerrar cada vez que puedes los ojos y regresar a ese momento sin ningún tipo de cansancio y tu espíritu pareciera que está floreciendo sin cansancio ninguno.


28

Una nube manchó su futuro. Escena de otros tiempos, de hace casi cien años, de los tiempos en que todo era pecado y en el momento en que la mujer más bella llega a situarse en el nivel del escándalo. Está en el suelo mostrando los pechos, con un hombre a su lado. Ambos han caído, casi tan igual como Adán y Eva y pareciera que se van a incorporar para afrontar la expulsión del paraíso, porque ella la Eva de esos tiempos, no la primera, ni la segunda, porque ya tiene varios millones de Eva antes que ella, tan solamente nos mira para expresarnos con su rostro que se encuentra en el nivel de que ya conoce la vida, es decir el sexo y en su mirada desafiante, expresa que carece de arrepentimientos, en épocas en los que el amor causaba deshonra.

27

Espejito, espejito, puede alguien ser más linda que Louise Brooks, casi noventa años después de haberse tomado esta foto. Cada foto suya la muestra más linda, persistirá siempre en ser irremediablemente bella entre las más preciosas. Es un rostro que perdura por su encanto universal, es Pandora, es una chica perdida, una bailarina que puede ser reina, en su rol de estrella del cine mudo, en Hollywood o en Europa, tiene el rostro insuperable y es increíble, su fama terminó porque se terminó y de allí como si fuera un suspiro que nadie escucha es el olvido y solamente le quedó vivir trabajando de nada que llamará la atención y entre ello de vendedora de una tienda por almacenes en New York, para subsistir y queda su autobiografía, sus películas y sus fotos, que la rescatan del olvido perpetuo, en el que se creyó que había llegado cuando vivió el ocaso de una de las diosas del cine mudo, nadie la recuerda, nadie sabe quien es y a nadie le importa que fue de su vida, en el momento preciso en que se le apagaron los reflectores. A cambio de ello, mientras se ame a las mujeres preciosas, le pertenece a Louise Brooks la eternidad.


26

En el momento en que te estás muriendo de pena, de pronto sin que sepas razón alguna, ni causa o motivo que te interese, te llaman por teléfono y no tienes idea de quién es, ni para que te llaman, no estás pensando en nada más que en tu pena, que es tuya y de nadie más, solamente sientes que está matando, porque las penas son para eso: para morirse pena, y contestas sin gana ninguna el teléfono y te da una enorme alegría, que te llena la cara de una interesante felicidad, pero la pena es más fuerte, y le dices que si eso se hubiera sabido antes de que surgiera esa pena tan horrible, la habrías compartido y la alegría sería tan enorme, pero ya parece tarde, demasiado tarde y la pena que no tiene como, ni cuando irse, pasa a segundo plano, es que ya otra cosa que te están comunicando es lo va dominando tu ser sin comprenderlo.
 


25

La vida se puede mirar a la distancia, con una mirada larga y señalándola con una visión profunda y detenida en lo que se te está presentando en este momento, cuando únicamente te interesa todo lo vivido, no hay más, no puede ser menos y tampoco más. Es todo lo que tienes y comprendes que es imposible saber si las emociones son demasiadas y si los hechos son numerosos o de repente se presenta como demasiado poco y estás en esas, con tus alegrías y el único conocimiento de nunca dejaste de cumplir y cumplir, mucho más allá de las expectativas previstas que siempre revolotean por todos lados.


24

En este momento se te cayó el mundo, no es que tengan que escoger entre tú y esa, no para nada y que te estés sumiéndote en estos absurdos de enredos sin salida. Ya te encuentras en que aquella, a quien no quieres volver a ver, porque se reía y hacía reír sin parar a otros, después de escuchar de que se te moría la persona que más quieres, haciéndote ingresar a la entrada de una pesadilla que fue complicando en sus inicios, se te presenta ya estás terminando la pesadilla y no la quieres saludar. No la saludas. Entonces te dicen que das vergüenza, está bien, ya escogieron y tu tienes tu decisión y en eso despiertas y te llenas de ganas de no volver a ver a todos esos y menos a esa que no le dio la gana de escucharte, en verdad cuando le pedías un favor, no hay que pedir favores cuando tú los puedes hacer y nadie te puede creer que solamente querías que quedara bien si es tan solamente su trabajo. Así piensas y piensas que es mejor sacarlos a todos de tu vida, aunque te están consumiendo tus pensamientos y no vale la pena tenerlos en cuenta para nada.