lunes, 11 de junio de 2012

3

Y el elefantito movía la colita, mientras esperaba que los otros siete elefantitos se empujaran unos a otros para que su amiguito pudiera entrar y pudieran todos en carro ir de paseo como todos los días. El automóvil estaba un poco lento, mucho elefantito, pero uno de ellos estaba demasiado gordito. El día anterior se pegó un atracón de frejoles con lomo saltado. Nada detenía a su barriguita, que le pedía más comida y lo obligaba a que pidiera comida a sus hermanitos, tenía hambre, quería comerse una hamburguesa, una nomás, y no le entendían que en verdad quería solamente una. Los demás ya habían decidido ir a bañarse la Herradura y solamente tomar helados, estaban a dieta y eso hicieron, se asolearon un rato sobre las piedras, desconfiaron en la arena nueva de Susana, nadaron su poquito, gastaron poco en helados y todos a apachurrarse en el carro, cuando llegaron a casa se fueron a tomar la siesta y todavía no despiertan...llámalos por teléfono para saber que hacen mañana.