sábado, 25 de mayo de 2013

15


Me parece que es increíble que a ese loco que lo encuentras cada vez que vas a ese lugar te mira sin mirarte, te escucha lo que estás hablando con otros sin ningún interés, pero está allí, y de tanto verlo a través de los días terminas saludándolo y te devuelve el saludo con aprecio. Absolutamente asombras porque sientes que te conoce. Lo único que te quedó fue decirle: "Tú cara me es conocida, pero no se quien eres". Quedas desconcertado, cuando solamente expresó: "No tengo memoria, pero yo me acuerdo que esa foto que estabas enseñando el otro día, la tomé yo". Y tú exclamas fastidiado: "Ese, el de la foto no soy yo, nada que ver, se tomó antes que yo naciera, no es posible, comprende usted". De inmediato le preguntas por su nombre y ese nombre, su nombre y apellido, no te dice nada y te sorprendes aún más cuando te dice dónde trabaja y descubres que el dueño es su pariente y no lo puedes creer porque tú estás al frente de una empresa que está realizando trabajos para esa gente y lo que complica todo es que el hombre de confianza de tu familia, a quien tú mandaste a ese lugar, almuerza todos los miércoles con él. No para nada estás en un sueño o en una pesadilla, estás conversando con un loco que te habla como si te conociera de toda tu vida y no sabes quien es. Nadie te puede creer que te esté pasando eso y de pronto el loco se incorpora, recien te das cuenta, que llevan conversando una hora. No se despide, tan solamente balbucea, yo no invento las cosas, tal vez solamente soñé que te conocía y tú sin perder la paciencia piensas que seguramente soñó que te conocía. No es posible que pudieras conocerlo en ningún lugar por el que caminas.