sábado, 25 de mayo de 2013

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A veces, cuando en verdad sientes que te mueres de hambre y ya tu estómago anuncia que no resiste más y que sus crujidos exigen señalando de la necesidad más absoluta de engullir de lo primero que encuentres. De pronto, el primer pan es el mayor manjar que puede existir. Y si es una butifarra, o una hamburguesa, o un pan con huevo frito , o finalmente un pancito cualquiera, comerás como si fuera la primera ve que lo haces en esta vida.