sábado, 25 de mayo de 2013

18

Un día había que cantar y decidieron hacerlo, no es usual en los santos o cumpleaños o matinés, reunirse todos en el piano para cantar con toda la felicidad del mundo, sin nada que guardarse en el corazón y mostrarlo con toda el alma a quien te quiera oír y si no hay nadie mejor. Primero hay que dejar de correr sin parar, ya sea por todos lados, o también siguiendo una pelota para embocarla en un arco imaginario, no importa si es con el pie o con la la mano. Todos no están cantando, por allí algunos o muchos persisten en correr. Y segundo hay que perderle el respeto a todo y a todos, no importa que digan que malogras el piano, que las voces son horribles y que la bulla es intolerable. No importa para nada que te manden callar, seguirás y persistirás porque Alfalfa, es el espíritu de La Pandilla (Our Gang) y abre su boca y lanza su voz a todo dar, Sapanky lo sigue y todos contentos.