lunes, 3 de febrero de 2014

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La vida es muchas veces un viaje solitario, que ya encaminado carece de vuelta para atrás, solamente queda el camino trazado que indica que todo se concentra en una única visión, conformándose en un solitario sentimiento que plantea la necesidad de encontrar fuerzas para proseguir sin parar amparándote en el viento y en el sol que te alumbra, no existe otro destino que proseguir sin descanso hasta llegar a casa que pareciera esperarte con toda su tranquilidad.