En la
vida, sobre todo en esta, en la que no se sabe que es lo que puede pasar en la
fracción de segundo siguiente, que modifica todo o se persiste en lo mismo sin posibilidad
de cambio alguno, se cree siempre que es mejor intentarlo todo o no hacer nada
para no correr los riesgos que generan los imposibles que siempre son el inicio
de lo nuevo, en lo que ya nada vuelve a ser lo mismo, convirtiendo a la
igualdad lineal en el camino, lo más importante, lo más seguro, que siempre
llega a puerto seguro, que es el mejor, el más conocido y así es que la
inmovilidad, el no hacer nada, es la ruta del futuro para todos, en la que se
va a aprender a ser feliz, sin excepción alguna y por eso no existe lugar en
esta vida para quien señala que ya por aquí por donde se se enrumba, ya no se
va más, pero mientras es uno solamente uno, nada se podrá hacer de nuevo, ni
tener éxito frente al conformismo y mientras lo enfrentas y desarrollas la
mejor vida posible a la que nadie tiene acceso, en cualquier momento, te
acuchillan, pero nadie te quita todo lo vivido.