lunes, 3 de febrero de 2014

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El Silencio de Dios No Existe.

Muchos, demasiados, creen que el silencio de Dios es percibido cuando sucede algo que lleva a exclamar preguntando: "¿Dios dónde estabas cuando esto ocurrió?" y a lo mejor un voz al oído te grita: "¡Ódialo, tienes el derecho a odiarlo!". Si respondes: "NO, no es posible", todo va bien en la vida, queda la puñalada clavada en el corazón, todos sabemos que es imposible comprender los designios de Dios.

Sin embargo, si es otra tu respuesta se convierte en el momento en que por lo menos parece que ya nada funciona en esta vida, y ya no hay nada para ver, ni nada para escuchar, ni nada para sentir, a nadie a quien acompañar o que te acompañe y asoma la soledad como la dueña de todo.

Existen seres quienes se convencen en mente y alma que se aíslan en su soledad para enfrentar la vida sumidos en el más absoluto desánimo, tan solamente olvidan que nuestro infinito creador, está siempre mirándonos y que toca las puertas del corazón sin cansancio alguno y como única respuesta pasan entonces a crear sus propios dioses que traerán la falsa fortuna, creyendo que son ellos quienes les permiten levantarse y proseguir andando, cuando lo único que tienen en todo su interior es un vacío en el alma, que les carcome el espíritu.

Así quedan impedidos de amar a quienes los rodean, llenando toda su esencia de odio, semejante al de los nazis por los judíos, del fascismo a las ideas, de los comunistas a la imaginación que revolotea en las mentes de todos los seres humanos, en especial en los jóvenes, de los ignorantes por la libertad, propagando la intolerancia, en conjunto todos estos en lugar de amar y servir al prójimo, se repletan de desprecio y esclavizan s sus semejantes.

Es así que personas que han enfrentado la desgracia de por lo menos un maltrato, un traspiés, se vuelven los peores maltratadores, y hasta pueden formar sus propios escuadrones que monopolizan la verdad hasta liquidar toda idea contraria que les permite llenarse de nuevos aires para que todos sepan que son los antiguos ofendidos, que no perdonan las ofensas de quienes creen que los han ofendido y lo transmiten en odio a la vida de otros prójimos, hasta que consideran que tienen el derecho a arrebatárselas.

Es el momento en que ya no hay vuelta atrás y todo se pierde, es que ya no es posible encontrar el camino a Dios, en cambio siempre existe la esperanza para la víctima, para quien recibe el daño, y que está a la espera de la justicia en la tierra, a sabiendas que nadie puede descifrar los designios de Dios, para los seres humanos, sus criaturas, y las instituciones que le pertenecen, en cambio el victimario, aunque por el momento tenga la aprobación del público, lleva la señal de Caín, en la frente para toda la eternidad.

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