Es imposible que el sol deje de brillar y está calentando
todo en exceso, en eso, sin que nadie se de cuenta, agarraste con tus dedos a
una hormiguita de la grama del jardín, porque crees que no puede caminar por la
vereda, al igual que todos y la pobre está solita sin que nadie la cuide y
tiene que llegar ya hasta su nidito porque la están esperando y por eso cambió
de camino para no achicharrarse en un segundo, ya tu sabes a donde tienes
que ir en este momento lo más rápido posible hasta el marco de la puerta de
entrada del edificio porque todas las hormigas salen de allí, es solamente un
huequito muy chiquito, al que no te puedes acercar mucho, porque las hormigas
aventureras y malcriadas no tardarían en subírsete a tu cuerpo y te picarían y
enrojecerían y te harían llorar de dolor, entonces ya estás mostrando dos de
tus dos deditos, donde tienes a la hormiguita y ya empiezas a correr llevándola
a su casa y con esto Agosti habrá realizado su buena obra de ese día de su
vida.