Las alegrías de la vida cuando fluyen en tu cuerpo las
transmiten a quienes te ven, se encantan ellos y encantan a los demás, quienes
las viven súbito, demasiado de pronto y se unen sin pensarlo haciéndolas vivir
de inmediato a quienes viven con ellos porque tienen la dicha de expresar las
alegrías que se están presentando y así se aprende a conocer los momentos de
fiesta, únicos e irrepetibles, todo reluce, e invita a pasar a los tiempos
maravillosos de aprender a disfrutar de la vida, que son pocos, que no son seguidos,
porque la vida no es fácil para nadie y entonces solamente te queda saber reir
para mostrar tu felicidad que solamente te pertenece y puedes compartirla, si
lo sabes realizar.