lunes, 3 de febrero de 2014

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Una mañana amaneció convertida en la vanidosa encarnada por Bette Davis, incluso sus vestimentas fúnebres se mostraron delineadas, una luz surgió de sus pensamientos y se creyó poderosa, la mafia le dio poder para firmar, carecía de un hablar convincente, era monosilábica y ese día se sintió la diosa que no necesitaba mover la cabeza en afirmación o negación, simplemente le dijo a su angelito, su mandadero, ayudada con señas: "esto de este.... no lo firmo...que se mue....ra... de...ham...bre, nadie....lo...quiere, es un ocio....so, que pruebe...que no lo es, pi...dele...que pruebe". De esta manera fue que el angelito, humilló al pobre hombre, apiadándose, por eso es un angelito, le dijo que le enseñaba a escribir que no era ocioso y el pobre hombre a quien nadie quería, se sintió tan humillado, que prefirió morirse de hambre. Y así la que un día amaneció vanidosa, encarnando a Bette Davis, al otro día despertó siendo la que siempre fue y no tuvo otro remedio en esta vida que caminar desapercibida por todos los caminos de esta vida, como siempre fue su estilo, pero cargando sobre sus espaldas al muerto de hambre, pasando a ser su destino marcado en la frente de la mujer que nadie quiere ver en su camino y muchos cruzarse con ella.