Una
mañana amaneció convertida en la vanidosa encarnada por Bette Davis, incluso
sus vestimentas fúnebres se mostraron delineadas, una luz surgió de sus
pensamientos y se creyó poderosa, la mafia le dio poder para firmar, carecía de
un hablar convincente, era monosilábica y ese día se sintió la diosa que no
necesitaba mover la cabeza en afirmación o negación, simplemente le dijo a su
angelito, su mandadero, ayudada con señas: "esto de este.... no lo
firmo...que se mue....ra... de...ham...bre, nadie....lo...quiere, es un
ocio....so, que pruebe...que no lo es, pi...dele...que pruebe". De esta
manera fue que el angelito, humilló al pobre hombre, apiadándose, por eso es un
angelito, le dijo que le enseñaba a escribir que no era ocioso y el pobre
hombre a quien nadie quería, se sintió tan humillado, que prefirió morirse de
hambre. Y así la que un día amaneció vanidosa, encarnando a Bette Davis, al
otro día despertó siendo la que siempre fue y no tuvo otro remedio en esta vida
que caminar desapercibida por todos los caminos de esta vida, como siempre fue
su estilo, pero cargando sobre sus espaldas al muerto de hambre, pasando a ser
su destino marcado en la frente de la mujer que nadie quiere ver en su camino y
muchos cruzarse con ella.