lunes, 3 de febrero de 2014

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En los primeros instantes de la vida, todas son pequeñas, muy pequeñitas y frágiles sin excepción posible, las bebes son así, no puedes hacer nada sin la ayuda de tu mamá, alguna idea ya tienes en la cabeza, comprendes, que se están dando cuenta de que algo viste y no dejas de mirarlo, te gusta, no es para nada engreimientos pasajeros. Agosti ya estás iniciando tu vida y ya te diste cuenta que es muy importante lo que llama tu atención, solamente puedes verlo y tienes que pedir que te lo alcancen para que puedas de a verdad saber si vale la pena tenerlo entre tus manos, pareciera que te va la vida en ello, no es que tengas frío o sed, eso será al final, en este momento quieres que te den tu muñeca, tu Aurorita, que está en el suelo y que debe estar contigo, a tu lado, de repente se pierde y que será de ella y te la tienen que rescatar, ambas van juntas ahorita y ya te la alcanzan, simplemente ves como la levantan del suelo para que te la entreguen y te llenes de felicidad.