lunes, 3 de febrero de 2014

56

En los inicios de una de vida de familia, no existe para nada la posibilidad del adiós definitivo, ni la idea del pensar en la existencia de un invierno frío y solitario, que te lleve a creer en la presencia del aura de las tinieblas, en cambio y frente a ello, todo se confluye para que se te presente en una línea continua de días de verano, uno tras otro, con el sol fuerte que te acompaña presentándote un millón de sueños para cumplir con una meta de realizar miles de miles de obras y de hechos, que jamás podrás saber cuántos fueron, porque ya no es importante en el encuentro de las sonrisas del pasado, diferenciar los ensueños que nutrieron y te dieron fuerzas para escribir el libro de la vida.